Trabajo de lectura: El Principito

El principito

 

 

El principito habitaba en su pequeño planeta, donde había poco más que tres volcanes y una flor con la que empieza a tener algunos problemas. Así pues, decide comenzar un viaje por los distintos planetas para combatir la soledad que le había hecho sentir la flor. A lo largo de su viaje, queda sorprendido por cómo de "serios" son los mayores pero a la vez aprende muchas buenas lecciones.

 

 



 

 

 

 

 

El primer planeta que visitó fue en el cual conoció al rey. Este, decía que lo gobernaba todo aunque no hubiera nadie más en su planeta, pero aún así daba órdenes razonables.

 

En el siguiente planeta, conoció a un hombre que solo miraba por él mismo y buscaba la admiración de todos.

 

El principito siguió su camino, hasta llegar al planeta donde se encontraría con un hombre que bebe para olvidar que se avergüenza de beber.

 

A continuación, conoció a un hombre que lo único que hacía era contar estrellas, para así poder decir que eran suyas.

 

En el siguiente planeta, conoció a un farolero. A este hombre, se le había entregado el cometido de enceder el farol por la noche y encenderlo por el día. Pero eso ocurrió cuando su planeta giraba a una velocidad razonable, y ahora gira una vez por minuto, lo que hace que no pueda descansar.

 

Casi acabando con su viaje, conoce al geográfo. Este se pasa el tiempo dibujando mapas pero no sale a exprorar su planeta para comprobar si sus dibujos son acertados.

 

Por último, visita la Tierra, donde hace dos buenos amigos de verdad y donde aprende muchas lecciones de vida.

 

 

Opinión personal: Fascinante. Creo que eso describe bien el libro y mi impresión sobre él.

Tenía muchas espectativas sobre el libro ya que mucha gente hablaba maravillas sobre él, y las ha superado. Desde luego creo que es un libro que todo el mundo tiene que leer; te guste la lectura o no, seas de la edad que seas. Creo que es una lectura que puedes hacer en muchas etapas de tu vida, y aún así vas a poder adaptarlo a tus experiencias e incluso encontrarle nuevos significados y ver algo que se te haya pasado por alto. Es un libro corto, pero en cada línea te aporta algo, algo diferente, lecciones de vida.

Me ha parecido inspirador y eso es todo lo que le puedes pedir a cualquier obra de arte.

 

Lo que más me ha gustado de este libro, no es la forma de escribir del autor ni la historia en sí, aunque obviamente todo eso es magnífico si no, y creo que todo el mundo que lo haya leído estará de acuerdo conmigo, las frases que a simple vista parecen simples pero esconden un verdadero significado detrás, lecciones de vida y las reflexiones que vienen a continuación.

Por eso me gustaría guardar aquí algunas (al menos para mí, y poder volver a leer esto de vez en cuando), y quizás comentarlas.

 

 

"A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: "¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?" Pero en cambio preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?" Solamente con estos detalles creen conocerle. Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil pesos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!" Este es quizás mi trozo favorito del libro. Tiene tanta razón...como nos quedamos en la superficie al conocer a una persona, no nos interesamos por sus peculiaridades, y ya creemos conocerla. Y, por supuesto, la influencia del dinero que vale una cosa sobre nuestra opinión sobre ella.

 

 

"Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio."

 

 

"—¿Dónde están los hombres? —prosiguió por fin el principito. Se está un poco solo en el
desierto...
—También se está solo donde los hombres —afirmó la serpiente." Estoy de acuerdo con la serpiente, pero no del todo, porque de vez en cuando nos cruzamos con personas que nos hacen sentir verdaderamente acompañados. Y esas personas son un tesoro.

 

 

"¡Qué planeta más raro! —pensó entonces el principito—, es seco, puntiagudo y salado. Y los
hombres carecen de imaginación; no hacen más que repetir lo que se les dice... En mi tierra tenía una
flor: hablaba siempre la primera... " Se nota la crítica hacia la sociedad del autor en todo el libro, pero en esta frase se hace notar de verdad. Nos dejamos influir por lo que nos dice la sociedad, sin cuestionarlo, y lo repetimos, lo repetimos y lo repetimos...sin saber ni siquiera saber si está en lo correcto. ¡Y aunque lo estuviera! Si haces algo, ya sea si es algo que la sociedad considera como "bueno", que sea porque lo has cuestionado y reflexionado sobre ello antes.

 

 

"¿Qué significa "domesticar"? —volvió a preguntar el
principito.
—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear vínculos... "
—¿Crear vínculos?
—Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito
igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
—Comienzo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor... creo que ella me ha
domesticado... [...]

Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo."

Otro de mis momentos favoritos del libro, y creo que habla por sí solo. Nos cruzamos con cientos de personas a lo largo de nuestra vida, pero solo unas cuantas nos parecen diferentes a las demás. Las que "domesticamos" y por las que nos dejamos "domesticar". A los que recordamos sin tener que pensar directamenta en ellos...como le pasará al zorro con el trigo.

De verdad que este fragmento me ha emocionado, y quizás ahora yo también recuerde al principito cuando vea un campo de trigo.

 

 

"Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos." Otra crítica del autor hacia la sociedad, de cómo pensamos que el consumo nos dará la felicidad y no nos preocupamos de las verdaderas cosas importantes de la vida.

 

 

 

"Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios." Me parece que este texto es una verdadera definición de amor; ya sea de pareja, de amigos, de familia...

 

 

"—No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros.
Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo." Solo las personas por las que sentimos amor nos parecen verdaderamente diferentes a todo el mundo, especiales.

 

 

 

"—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón
se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos."

 

 

 

 

"Todo era bello como una fiesta. Aquella agua era algo más que un alimento. Había nacido del caminar bajo las estrellas, del canto de la roldana, del esfuerzo de mis brazos. Era como un regalo para el corazón. Cuando yo era niño, las luces del árbol de Navidad, la música de la misa de medianoche, la dulzura de las sonrisas, daban su resplandor a mi regalo de Navidad." No importan tanto las cosas materiales, si no la esencia que las envuelve lo que las hace especiales.

 

 

"Me quedé de nuevo helado por un sentimiento de algo irreparable. Comprendí que no podía
soportar la idea de no volver a oír nunca más su risa. Era para mí como una fuente en el desierto." Este fue el momento más triste del libro, donde por cierto no pude contener las lágrimas. Me encanta como el autor da a entender que la risa de alguien puede ser una fuente en el desierto, una salvación.

 

 

"—Por la noche mirarás las estrellas; mi casa es demasiado pequeña para que yo pueda señalarte
dónde se encuentra. Así es mejor; mi estrella será para ti una cualquiera de ellas. Te gustará entonces
mirar todas las estrellas. Todas ellas serán tus amigas. [...] Cuando por las noches mires al cielo, al pensar que en una de aquellas
estrellas estoy yo riendo, será para ti como si todas las estrellas riesen. ¡Tú sólo tendrás estrellas que
saben reír!

Y rió nuevamente.
—Cuando te hayas consolado (siempre se consuela uno) estarás contento de haberme conocido.
Serás mi amigo y tendrás ganas de reír conmigo. Algunas veces abrirás tu ventana sólo por placer y tus amigos quedarán asombrados de verte reír mirando al cielo. Tú les explicarás: "Las estrellas me hacen reír siempre". Ellos te creerán loco. Y yo te habré jugado una mala pasada...
Y se rió otra vez.
—Será como si en vez de estrellas, te hubiese dado multitud de cascabelitos que saben reír..."